lunes, 10 de febrero de 2014

Las historias que aparecen son ficción. Cualquier parecido con la realidad son mera coincidencia.


DEBE SER UN CASO DE RECORTES


Dando una vuelta por internet he encontrado unas imágenes de un juicio en una sala de justicia española. Como buen español cotilla, en vez de ir a otras páginas más interesantes, me he intentado enterar de que iba el caso. En España los juicios son grabados tanto en audio como en video, lo que es bueno y justo para la acusación y la defensa. Lo curioso es que se oía fatal y se veía peor. Hasta aquí han llegado los puñeteros RECORTES. Jo, pobrecita la chica del juicio. Su juicio no se está grabando como el de todos. La justicia debe ser igual para todos. 






No así, lo que ocurre en otras instancias judiciales previas al juicio, donde el PRESUNTO culpable, pasa por una serie de trámites que no tienen esta misma cobertura de grabación en audio y video, vulnerando así lo de PRESUNTO, y se le trata directamente como CULPABLE.
 Os pondré ejemplos que me han contado. Un chico es detenido por un presunto delito de violencia de género por acoso psicológico (una denuncia falsa, sin parte de lesiones, documentos falsos, en unos meses la denunciante irá a la cárcel) y precisa una medicación contra el dolor, que sus familiares le llevan a prisión en cantidad más que suficiente. Cuando por la mañana debe ir ante el juez y tomar su medicación, los policias le entregan el blister de la medicación vacío. En ese blister debería estar completamente lleno de pastillas para el dolor. El protesta, pero no hay cámaras ni grabadoras que lo recojan. Mientras espera en el calabozo, muerto de dolor, una médico forense incompetente le pregunta y el dice que le han robado la medicación y que se encuentra fatal, pero como no hay cámaras ni grabadoras que defiendan al presunto de la propia corrupción de la maquinaria del estado podrido, esta mala médico por no llamarla otra cosa peor, escribe "se encuentra bien".


Otro ejemplo. Un PRESUNTO culpable de un delito, tiene que pasar una entrevista con un médico forense. No hay grabadoras ni cámaras. Ese médico ya ha juzgado a ese hombre, aunque el juicio no es cosa suya. Y con sus preguntas le humilla, no le deja contestar. Si dice algo que no le gusta no lo refleja en el informe y además le dice que no está contestando a lo que le está preguntando. Le dice que él dirige la entrevista (más bien parece que coacciona y falsea la entrevista). El PRESUNTO le aporta 100 informes médicos y el forense sólo se queda con uno. Pero, no hay grabadoras ni videos.

Cualquier día de estos, un PRESUNTO que sea inocente, al que le hayan quitado las ganas de vivir, y le de igual todo, va a llevar la grabadora y va a grabar a forenses como este, y le dará igual las consecuencias. Sólo querrá sacar a la luz pública ávida de carnaza este Guantánamo a la española.
España cae.